lunes, 10 de diciembre de 2007

Es dolor que tiene memoria propia







Es dolor que tiene memoria propia

Es dolor que tiene memoria propia
al pie de la voz y la sangre
que encuentra el fondo
como alma en su cuerpo. Se siente
con clamor que responde
entre la desventura de las velas-prenden
en su divina llama
para desnudarse- y el lodo
inmóvil del ocaso que sueña
la paz en bocanadas, que encuentra
a la deriva su rabia,
que es tormenta, todavía
en el mundo.
Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G

Dejé







Dejé


He dejado de nombrar las cosas como son. Dejé,
a mis años, que el viento y los sueños
le pusieran el nombre,
y las lenguas de las hojas arrastraran las señales
de su pasado. Nombré
con mi traje de nadas, el rostro del deseo
en guantes de adiós
saludando a los cometas,
cruzando las joyas que son pañuelo
cubiertas de lluvia de estrellas;
y el pelo vestido de otoño
disfrazaba el fósforo de ángeles
que profetizaban el no regreso. Dejé
que las mariposas en olores de agonía
con visiones de corazón vivo
saludaran a las flores
con juego de respuestas
en el jardín de la poesía. Nombré,
con guiño de cordero, la brisa del silencio
en dones de soledad
encendiendo el fondo de las lágrimas,
meciendo el espumoso sabor de los recuerdos
bañados de sombras en luces;
y las manos cubiertas de invierno
destellaban el abandono del pozo calcinado
con palabras devorando los vacíos. Dejé,
con rostro sin señales, que la boca de niño
rezara con certeza
al hombre exaltando a la vida sin pausa
y a los dominios de la torpeza sin memoria. Nombré,
con maniquís de aparador, el desnudo de la voz
sin destino
alucinando los símbolos de la ruta,
correteando los secretos de los delirios
lavados de orillas y reencuentros;
y los ojos cubiertos de cielos
labraban la música del final del concierto
con agua y sed inalcanzable
Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G

Mi maestro : el amor







Mi maestro: el amor

Desde la avenida de la quietud
sobre el sueño sin color
se prende sus aguas dejando
la vida sin desabrochar
y el funeral débil telaraña. Sueño corre
de la losa de la noche en carretas
con traje de fiesta
dejando al descubierto el eco
que persiste labrando las palabras
del encuentro.
Transita quitándose la inocencia perpleja, mueren
los dominios que amarran los silencios,
los vestidos del olvido y
las tardes de tormenta.
De nuevo con manjares propicios
en la frontera del no retorno,
y con diligencia y sabio diálogo
dos lecciones con vientos de rosa y espina
se beben en la sombra
con hielo derretido
el licor de la vida. Sueño corre.
Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G

viernes, 23 de noviembre de 2007

Ha vuelto por el camino





Ha vuelto por el camino


Es muy tarde tal vez
pero una música
a veces dulce mana
por sus huecos
al verse desnudar
cada mañana
la luz
en la espesura de tu centro.


Juan José Alcolea



Ha vuelto por el camino
con la luz de mis sueños,
con la voz desangrándose
la distancia y las noches de lluvia,
el humo del sacrificio y la ausencia. Ha vuelto.
Así de pronto,
con los aires quebrados de sed y hambre,
con el despertar del silencio. Por el camino.
Tu rostro que es mío,
tu cuerpo alas de palabras, versos
de siempre, música en conjuro
de la danza de los espejos, poema
a la hora del canto de los dioses.
…Con la luz de mis sueños.

Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G

LA PALABRA ES





LA PALABRA ES

LA PALABRA ES luz, tierra y cielo,
cual una rama de hojas verdes,
crece en silencio
con la melodía en calma;
en el fuego escondido del sueño,
debajo de la música de las cosas,
en el rostro
señal de la estrella,
en la cuerda de los relojes
amarrada de los suspiros;
en la luz, al abrir la ventana
el cielo atado a un rayo azul claro,
desciende con el olor del viento;
en la tierra se oye como la garganta
chorrea las temporadas del año,
mientras dura, cuatro veces encendida;
en el cielo tanto el sol como la luna sonríen,
girando hacia el mundo,
con sus alas invisibles del milagro.
Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
RICARDO SERNA G

Rosa



Rosa



Es como tú, que como la vida descubre
la blancura de la magia de los amaneceres
día a día, repite, con su voz que se hace luz,
los secretos del universo.
Es como tú, que convierte la tierra sin frutos
en pensamientos que de la ausencia destilan
los años, los nombres en vino
dormido en un presente que se disfruta
con el paladar del tiempo.
Que como la vida generosa desboca
a la hora del dolor la sábana roja
que guarda el recuerdo imborrable,
así, tus pétalos sostienen las cenizas
en corriente de plegaria que entrega
el sol de mediodía.
Es como tú, repite, con su voz
camina en la esperanza,
lista para partir desde los rincones,
las olas que levantan los anzuelos
que arrancan del océano las manchas
que detienen las hermosas vestiduras
del sueño en calma.
Así, como tú, en el desnudo rigor del aire,
llega al jardín de los colores
en dorada dádiva de rostro
cubierto de alba y aroma
en minuciosa presencia que alcanza así
al poema de la existencia.
Es como tú que percibe
que el mundo se transforma,
cobija la ceremonia del principio y del final,
la batalla entre el día y la noche,
la palabra y la nada, coronada
tras esos pasos de la música más bella,
el sublime instante que nunca espera.
Así, de pie en la tierra detenida
en medio de todo
donde el viento y la ausencia,
el desnudo traje de la vida
sostiene el palpitar de la esperanza
eterna..….Así como tú.

Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G

Ha llegado el momento de las lecciones



Ha llegado el momento de las lecciones

Ha llegado el momento de las lecciones,
de recibir el toque predilecto de sus manos
mientras se despliegan con certeza las luces del camino
y el torbellino prescrito al margen se aniquila.
Es más, cuando la lluvia regrese a sus dominios,
su acento, como caprichoso sonido, será calmado
y la armonía dogma en nacimiento;
y los nombres mudos harán su entrada
en el cortejo victorioso de los buenos sentimientos.
Llegan para aliviar los términos y pronunciadas rutas
en verdes e indulgentes delirios en mesura,
con el reclamo de humilde silencio
y de los ojos del suspiro en descanso;
con el lecho cálido donde las constelaciones
susurran el homenaje a la vid de las gracias recibidas.
Llegan acariciando la brújula de la esperanza
con voz sin demorar la ruta,
sin medir su trago y entrega;
con la fuente cruzando las raíces
de los cantos y batallas libradas.

Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Así de simple





Así de simple

Me comprendo de tanto vivir un poco
loco, un poco cuerdo, listo, un poco,
y de todo, sólo un poco.

Arena de mar, viento que me da
por los rincones de las ventanas
junto a la siembra de mis humos;
todo es lugar de pies cansados.

En ese sueño de espinas que es
piel, que es ceniza, pienso que es
miedo, eso es lo que es.

Noche, soledad del camino
por la claridad del desnudo del alma
en el cristal que retiene los destinos;
todo es repetirse con puertas cerradas.

Será cárcel sin paredes así de simple
vivo, así de simple muero, camino así de simple
recibo, dolorosamente así de simple.

Me repito un poco lo que es
así de simple.

Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G

El Romanticismo quiere volver







El Romanticismo quiere volver

Ha nacido en otoño
para que la hojas de su árbol
estén acariciando la tierra
y sus colores lloren,
en la corriente
por las veredas húmedas
de las horas, cicatrices del cuerpo;
para que los ojos de su pensamiento
estén acariciando el cielo
y sus vientos lloren,
en las nubes
por los vuelos claros
de sus alas, venas del espíritu.

Ha vivido el otoño
para que los brazos del recuerdo
estén acariciando las sombras
y sus noches lloren,
en la savia
por las hogueras inquietas
de sus encantos, nombres de tristeza;
para que la espera del invierno
esté acariciando la blancura
y sus mañanas lloren,
en los instantes
por los encantos fríos
de sus rostros, aromas de alegría.


Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G

jueves, 8 de noviembre de 2007

Tal vez responda



Tal vez responda

Nunca es tarde para orar
ante el cerrado tiempo del olvido.
Tal vez, quede el silencio, una palabra
que fue un día el eco del espacio,
la humedad y nombre del sosiego,
las aguas que hacían crujir las pasiones,
los alientos y los muros de lo imposible;
la voz que cegó el generoso mar
de las lecciones….Tal vez responda.
Quede la imaginación para rescatar
las rígidas imágenes que cayeron
en el barranco con corceles ataviados
de tumbas de vacío;
los cuentos de premios desmedidos
que con mentiras y sonidos de sueños
se alzaban a instaurar los ventanales de luna llena.
Tal vez, las arenas del reloj,
aroma labrado en el diario de la vida,
las arrugadas palabras en minutos,
la gracia perdida en las cuerdas de sus sombras,
un palpitar en piedra
que regresa de la letanía de la lluvia
alucinando fiebres de fantasía…Tal vez responda.
Duermen, no están ausentes. Van viviendo,
gozando la caprichosa marcha de los años. Tal vez.


Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G

jueves, 25 de octubre de 2007

Canto del enamorado



Canto del enamorado

Si me quisieras el sol sería
amor en mis venas,
reverencia y juego,
alma gozando la gloria,
minutos eternos
de palabra,
semilla habitando el resto
de la vida;

si las rejas y la cerradura
con sombras como llave
fueran señales de tu voz
las magnolias en tibio cauce
se inclinarían en mi piel
con alivio de luna llena
cantando ”la tristeza se ha ido ya”;

si las noches de horas muertas
fueran poema entre el viento y la vigilia,
la orilla de las conjuras
y los tejados con brazas ardientes,
serían ceremonia del nuevo día,
collar de perlas
manto en flor desnuda.

Si fuera muerte, muerte sería
ojos de muerte, cazador de vida,
signo de agua fresca en sueño,
sueño intacto que nunca perdería.
Si fuera vida, vida sería
ojos de vida, cazador de muerte
signo de luz sosiego en mundo,
mundo de ave en vuelo tendría.

Si me quisieras, mundo quisiera
con esa voz de savia mía.
Si me quisieras, la mitad del corazón
invierno, primavera llegaría
con el fuego, en otoño hojas
y lluvia de rosas pondría;
y, un cuerpo y alma, de dos,
piedra, historia y canto.
Sería.

Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G

sábado, 20 de octubre de 2007

Hoy empiezo con el final




Hoy empiezo con el final

Hoy empiezo con el final
con el aire que reposa
con el aire que prescribe la respuesta
la mirada que sostiene el lienzo
y el pincel que pinta sus mejillas

Hoy empiezo con los lutos en sus cejas
con los frutos, líneas del cariño
con el trazo de sus frágiles manecillas, hablan
con fiel perfume, como muestra
del amor de sus herencias

Empiezo con el grito, llanto
con el hoy, señal de la cálida corriente
empiezo, con la última nada, a rodar
con las persistentes piedras
con- la llaga intacta- sueño que no gime
ni mueve sus ramas en el árbol de las horas
el final, que crece en tejido de puertas, con
cama desnudándose en azul alcoba.


--pensando en el 2 nov-07, cerca de la fecha
de mi cumpleaños-

Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G

martes, 16 de octubre de 2007

Todos somos



Todos, para lavar las heridas, somos ropa seca
con piel a las orillas de la vida cargando
la muerte
en el cuarto que está encima de los sueños malditos,
con la voz galopando en risa, en espaldas quebradas;

estirando las cuerdas de la suerte en teoremas
de lo cotidiano
reclutando días breves,
diálogos en penumbra vestidos de harapos,
miedos consentidos en cama de hospitales;

largas oraciones en luz ejecutando
amores
de jardín en silencio de aposento,
densa sombra pulida por la espera
y el perpetuo navegar de alas perdidas.

Somos, ganada serenidad, todos desechos
en el llanto
interminable del río,
en el naufragio de ciegos deseos,
helado hueco de las sepulturas,
desgarrado poema palpitando en su evidencia
y una ilusoria espuma en color de agua.


Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G

sábado, 6 de octubre de 2007

En el fin



En el fin



En el fin, la gente sueña,
en el fin, sangran las estrellas,
y tu sonrisa, habla, habla
como bruma de otoño arrodillada
-cuando la cabeza mira
el viento arrastra las hojas del árbol.
Si cierro los ojos miro ángeles. Ventanas
que observan,
todas las nubes con cabellos de oro
entre veleros en un mar de infinitos;
luceros lejanos: alcoba, retrato
perpetuo, violetas cortadas con cerradura de vida,
escritas con perfumado tiempo. Cierro los ojos
y cenizas arden, la voz pide consuelo
en lo alto de la montaña,
hay un mundo de luto. En el fin -el destino es emboscado-,
miro poesía, sabiduría de horizonte, habla, habla
la sombra del silencio, es la nada
que devora, soñando la frescura de su nombre.
Su caricia resucita en nupcias en blanco deseo del deseo,
luz de luz sonando las dichas de las sogas,
con duras lanzas en flor y castigos de sábanas de alma.

En el fin, el jardín sueña
en el fin, el mar espera
al pescador, que muerda el agua.

Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G

viernes, 5 de octubre de 2007

¡Debajo!



¡Debajo!

¡Debajo!, en este mundo de voces vestidas,
que son como memoria que vuelve
con el tiempo, de desesperanza; que suenan
como pasos de medianoche abrazando el silencio.
Que hablan de olvido en hojas secas,
de máscaras encarnecidas en espumas despiertas
que suben las tristezas con el humo de los años,
que se convierten en cenizas para guardarlas
en el adiós del quebranto sin término. ¡Debajo!,
en el hollín de los regresos,
donde se vela la vencida alcoba,
el rincón del deseo púrpura
que ejerce y teje el delgado hilo
de la música que toca el laberinto
de lo imposible.
Con el suplicio que rebota en los ecos
del mañana, con el suplicio
abriéndose con lo nuevo;
con el suplicio que elige los telones
de la vida; con las palabras
que pisan el premio
que algún día serán el alivio. El alivio.
El alivio.

Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G

miércoles, 3 de octubre de 2007

Y después



Y después, es como la lluvia, que me pertenece,
que me descubre en cada instante,
tocando el tambor de la asfixia.

Sólo me pierdo y gano en una sílaba
que me abrasa entre la verdad de un libro
y la dicha que se viste con traje sucio.

Y las palabras y los sueños
y la sed, ya no me buscan;
y los rincones y la noche
y el pasado, fabricando jaulas.

Y después, es como el silencio, que me pregunta,
que me llama en mar abierto,
tocando mientras vuelves.

Pero aquí está flotando en una sílaba
que me engarza entre el aliento lejano
y la herida que lucha en el pensamiento.

Y los milagros y la gloria
y los ojos de luz, siempre por última vez;
y lo viejo y las horas
y la quietud, imagen respirando.

Bienvenido lo que tengo, lo que quiero
con las huellas de la vida
y los recuerdos indefensos.
El reloj que me aprisiona, bienvenido
con su encanto, con su bautismo
y fiesta del siguiente día y nueva espalda;
y su desnudo de borrachera,
y el santuario con sombrero de plegaria
cubierto de rosas.

Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G

Estoy loco o borracho en mi infinito




Estoy loco
o borracho en mi infinito.
Hay relojes de pantorrillas con hierbas de olor,
primavera de oro en los corrales,
palabras y sus migajas perdidas en la tumba,
con la espalda peinando la suerte;
bolsillos en las tabernas
echando sus anclas y cadenas de carne
y los pájaros en amarga rabia;
debajo de las puertas el aburrido insomnio
ladrando y bailando con los vientos
en círculos degollando las sombras;
debajo del hielo
los lobos prestos
para ahogar su diablo;
el plomo del sombrero aplastando los pulmones,
sobre las patas del sediento fuego,
la cabeza en miedo vendiendo los otoños;
murciélagos colgados de cerezas
bebiendo los ojos del mañana
con avispas y tormentos amarrados;
un pozo…en fin…loco estoy.

Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G

lunes, 1 de octubre de 2007

Tiempo, no te vayas



Tiempo, no te vayas

Tiempo, estoy tranquilo, no te vayas.
Que te detengas en la llave de las respuestas;
no te transformes en caminos de polvareda
entre lágrimas humildes
y oídos que no escuchan nada. No te vayas
con el olor de rumbos que ocultan el aire
y el día con zapatos cansados
que estiran las teclas de los minutos
con sílabas mirando las cruces de la indiferencia
asomando a la ventana que espera los gritos
de la huida; que te detengas,
que venga la boca de la tristeza con cobija vencida,
el dolor que ahoga se pierda
en las gotas disfrazadas de música
y las palabras se rían de los secretos
respirando el ciego momento del futuro.
Que estiren la voz de horas
con nombres y recuerdos,
que las sombras sean breves en un galope firme
de luz; que los sueños vivan
desterrando los juegos de mareas
de ojos cerrados y abiertos.

Tiempo, no te vayas; me vestiré de vida eterna
en este momento.

Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G.

domingo, 30 de septiembre de 2007

Háblame




HÁBLAME

Y de tu reino,
háblame, como tu sabes,
procedente del cielo,
poco a poco, del infinito abierto,
con las ricas luces divinas,
con la palabra disfrazada de murmullo,
donde el viento enciende la luna con sus mensajes.
Veremos surgir los cuadros y los vestidos de fiesta,
las madres y las hijas de la blancura aferradas a sus
bondades,
la ausencia descubierta con corazón de vida y miedo,
y la boca de lo eterno bebiendo mis ojos;
donde un chorro de agua limpie mi vieja costra.
Veremos correr los fantasmas sordos y mudos,
las herramientas oxidadas del desierto,
la sangre en su silencio
y las huellas de los deseos absurdos,
donde una voz, la Voz del cántico nuevo resurja.
Oiremos la bocanada de aire dentro del espíritu,
las fibras batir con sus alas los males,
los sentidos brotar más allá de la indiferencia
y amarremos con sus hilos de encanto
por la faz de tu santo poema.

Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G.

viernes, 28 de septiembre de 2007

En los vientos- de la serie "Cuando tocaremos el cielo"




VI

En los vientos,
la última palabra, en los vientos
el círculo del primer día,
mil labios que enriquecen
los regresos.

Corrían como arenas ebrias de nombres,
de letras retenidas
para rescatar los altos muros,
las rocas,
la desnudez del tiempo.

La última página, en los vientos
el llanto de los olvidos,
y las voces mitigando el deseo,
la mano donde se llueve descanso,
el tono que habla del silencio
y el relato que mece los monólogos.

Corrían como guerreros heridos
con ropa sosteniendo los años, corrían
de pasos clavando desperdicios.


Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G

Lo que dejo





Lo que dejo

Un retrato, lo que dejo,
seco de luz y agua,
sin que nada se acomode
en los rincones;
una calle gastada por las pisadas
llena de sombras,
de títeres de mi historia;
un vacío levanta el polvo del diario:
círculos de ventanas cerradas
enloqueciendo al sudor de los tiempos perdidos.
Viven viajando sin mí,
sin mis poemas,
con la triste cara
del sufrido hueco del olvido;
con el muro apagado,
la recámara sin sílabas,
de la fiesta desierta
inclinada al invierno
y los antros que dominan
al cordero y al tigre.
Dejo para hoy,
despojado de sonados reinos nupciales,
la flor en el mundo de boca ardiente
que devora la gracia de las ilusiones,
la nada convertida en un instante perfecto:
el desnudo de la mujer amada,
la felicidad antes de la muerte.
Para hoy; el cielo,
las mariposas abren sus alas
y se comen el sol de la tarde,
la luna abre sus sueños
dejando estrellas como canto; la tierra,
donde se duplican las manos,
la cuna,
la lira,
la ceniza del paraíso,
vuela conmigo
en la paz abriendo con plegaria
el cerrado espacio.

Lo dejo, en su momento.

Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G

jueves, 27 de septiembre de 2007

Hoy la calle




Hoy la calle

Hoy la calle remolinea la arena en la cara,
se levanta cubierta con los ecos del viento,
con una voz que se aferra a las heladas muestras
de los días de antaño-de hambre-,
donde el llamado del tiempo
cava las máscaras en el agitado galope de la vida,
en las horas de aire y luz volando,
en el desorden de conciencia guardada en gavetas de sombras.
Cava en la esperanza
donde las pisadas de medio cuerpo y alma
insisten al alba con sus oraciones;
donde, cada hora, empuja,
en las ramas desterradas por la sed de justicia,
el penacho de su agonía.
Hoy, las flores, flotan con los troncos
en el agua,
la fe llora con los dioses y su destino,
en grotesco vestido con sueldo de pobreza,
con las copas llenas de espera,
y, hablan de corrientes sin retorno;
la dignidad enlutada mira al espacio,
en vértigo de paciencia,
en reclamo del dueño
que anuncia las últimas cuerdas
desafinadas.
Las blancas prueban el último sonido
para participar en el desfile de lo imposible,
el asombro en sus pétalos
que se ciñen en el cuello de duelo;
las rojas, en anónimo encanto, llevan
impreso el fuego del silencio,
al margen del musgo,
para gemir y apretar las correas
de otro silencio.

Hoy, el suplicio, se ha calmado al fin,
pero el bálsamo de los años
descalza la noche de sus sueños.

Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G.

Después que pisamos la piedra



Después que pisamos la piedra

Después que pisamos la piedra
el polvo se levantó,
el sol ha venido a calmar los demonios
y a revelar los secretos;
la voz-después- se hizo nueva
entre el puerto de la vigilia
y la leve parcela de los misterios,
en el tiempo con escarabajos saliendo del lodo
y comiendo las cifras exactas de tu odio.

Ha sido en vano, desheredarme de la nada,
edificar en mi sangre el nombre de tu iglesia,
recitar la orden que acomoda en la silla
el estruendo de la metralla;
despedazarme en mil hombres en noches de lluvia,
en esferas desveladas,
en ardientes sábanas
girando en el teatro de la vida,
descubriendo que los remolinos
sólo gimen la miseria del pensamiento.

Después, con los ciegos desórdenes,
tejeré el día,
el blanco episodio a la orilla del suspiro,
el agua interior que liberará los hilos callados,
dejando la muerte extraviada en la ceniza;
borraré el pecho detenido
agitando el pozo cruel de los recuerdos,
y, vestiré los deseos imposibles
de zonas de duelo
con una luz cubierta
de rostros de tierra.


Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G

martes, 25 de septiembre de 2007

La primera vez



La primera vez

La primera vez, llegó
en un tiempo de brillo
con la luz de los árboles de poema,
con los pájaros volando en verso
clamando el aire de vida
sin ataduras, con un beso en la frente.
Un hombre con el rostro de día,
con el rostro en nombre sin herida,
asomando la palabra, imagen
hijo pleno del texto de la mano,
de tu mano, el centro de mi sueño,
la respuesta hasta el jardín de los años
con sol de cielo, voces de gracia,
abrazando el velo de los pensamientos
en el juego cristalino.





La primera vez, llegó
ávida de cabellos creciendo en mis manos,
fruta de espaldas y cuerpos en flor,
sin visiones con violines nombrando los astros,
la humedad temblando de alegría,
y la mirada deshaciendo hambres de paraíso,
en escape respirando el olor
del lienzo pintado de pie.
Un hombre con rostro de vino suave,
el rostro con el color de sus primaveras,
la textura que se ahoga en el manto de la fiebre,
en el sonido de lo nuevo
y el sello que abre los ojos del recuerdo
hasta que el silencio hable
con su historia.





La primera vez, llegó
con jornadas de sombras
entre las profundidades de la tristeza
para decirte que las olas te salvan,
que el ciego sabe llegar en su velero,
que la sábana cae después de la tormenta.
Un hombre con el rostro de camino
recorrido, el sueño con diálogos augustos,
con los ojos en regio disimulo,
extraviados en los lutos sin olvido,
con la frente en alto,
con la presencia de desolados aposentos
y las huellas de cristales
desbocados
con luces peregrinas.





La primera vez, llegó
y también el tiempo
como piedra que aplasta
o cima que anuncia el sitio,
viejo tronco que acoge
lo que guarda la esponja
de la felicidad.
Un hombre con el rostro de telaraña,
el rostro que sostiene las señales,
el hueco donde danzan los años,
la piel lavada con agua bendita
y llanto de memoria,
bajo un lugar
de palabras futuras
por primera vez.

Vuelo digno




Vuelo digno


¡He visto los momentos de verdad,
de los dedos del cielo con escaleras
bajo el plato pálido en reflejos,
del silencio donde no queda tiempo!
¡Los he sentido en el lecho, enfermos y tristes,
rodando los sueños al final en cabellos de nieve
en suave dolor calmado,
donde las manos saben callar la pasión del cisne
y nadar el adiós tejiendo sus palabras de oro!
¡He vivido el perdón en espejos
atravesando el alma del milagro,
la raíz, la voz que respira,
el sentimiento, la mentira en deshielo,
la danza de las hojas del árbol, herido!
Los he visto en la orilla pintando el cuadro
del fondo de los recuerdos,
el rugido de las pesadillas,
la imagen con los ojos cerrados
y la muerte digna con la llave de la luz.

Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G

Flores en mi pelo



Flores en mi pelo

¿Ni la verdad muere, ni esa tímida palabra
que se guarda conmigo en mis años;
existe como lluvia que también dolía
en romántico cuerpo que con cuerpo soñaba?

Cerraba a la luna en los pliegues de mi falda;
y el viejo mago desnudo sangraba en violines
de futuro, en humo, en fuego, en agua,
con los crines plateados de caballos
bailando en primaveras inventadas ;
y los cazadores, también desnudos,
entre puertas de brillantes ojos
con olor de incienso salvando los miedos,
tras la noche de huellas de verde viento
arrastrando las mariposas blancas,
el cuento de las maravillas vaciando las penas;
y el hombre, sin años de soledad,
en vela, seduciendo las ciencias del cielo,
las manos de nieve como huracán de ensueño,
mirando mi rostro, descubierto, eternamente de espera;
y las flores, en mi pelo, como princesas
del dilema, el tiempo corre en los acordes
de la sangre, en la misma historia,
el mudo ángel con dulzura se extravió en la tarde,
se perdió el vacío, a su paso la corriente
del dibujo de colores con escalera al centro.

Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G

lunes, 24 de septiembre de 2007

El hombre del retrato



El hombre del retrato


Tiene telarañas el hombre del retrato.
Es sólo calma y súplica ahogada,
acordes de un eco en colores,
notoria seriedad en azules vanidades.
Dibujo de sonrisas tocando las aspas del silencio,
la esperanza desnuda aterrada detrás de sus dientes,
el culto bajo el plato verde de sus labios
y la moneda escondida en su alma.
Es rama en la inercia del secreto
que crece navegando en hilos de sueño,
en mar de voz y miradas en angustia
traspasando la carne, en señales,
de conciencia en gotas púrpura de tormenta.
Son ojos de encanto.
Son luz de estrellas buscando su dueño,
la vida en pausa, sutil melancolía,
rastros de crímenes y entierros, son
historias condenadas al olvido.
El reloj que marca sus cicatrices,
vértigo que desciende del río que choca
y combate la cíclica sangre de la nave
con zarpazos de espaldas de luna.
El cuerpo, es despojo de fantasmas,
Un bosque antiguo con traje de sueños y paz,
el agua que bebe los dolores,
las verdades,
la edad de las mentiras,
el colgado viento de lo repentino,
el cuento en versos simples
-lo invisible-,
vencedora de muertes sordas,
con perros guardianes y sortilegios
viajando en el silencio vivo.
El alma en su habitación dormida
bajo los añicos de nada,
con el deseo solitario de abrazar los paraísos;
alejarse de los retoños del ocaso,
dentro de los estragos de qué desvarío.
Afuera el sol canta en olas de polvo y piel.


Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G

Granito de arena



Granito de arena


Es - la vida que se partía
cerca del beso risa del sol
naciendo entre las olas-
un granito de arena,
como libro manchado en el aire
anclado entre el mar de fantasmas
y los rostros del tiempo.
Una vida
que en la orilla se muere en incendio,
en miradas muerte alucinantes;
llora como espera,
como un ruido en aliento de despojo
voraz abraso de los hilos del destino
-y se duerme en las lunas con cantos
de sirenas, de estrellas,
del espejo distante cautivo. Un granito
usurpador de espacio tirado
y desgreñado en tímido silencio,
ocultando las nubes de polvo
con ebrias palabras en su pecho.

Allí, en su suelo libre
danzará sus soledades.

Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G.

Y porque eres viejo



Y porque eres viejo

Y porque eres viejo, tu nombre
es una red de azules,
tu cuerpo, donde la noche se pierde,
es destino de ventanas abiertas,
con esquinas de piel mirando
los recuerdos que desbordan sueños
de victorias y derrotas. Tu nombre,
es de silencio, de encuentro fugaz,
de rojos
tostados por el calor de la canela en fuego,
de las rutas en espinas,
reclinadas en la arena de la indiferencia. Y
porque las señales de vasos vacíos
con grandes esperanzas muertas
se devuelven en el alba
como banderas envueltas en el miedo
de las miserias. Y porque
eres viejo con la vigilia mojada
de secretos y olvidadas experiencias,
con hojas de demencia herida,
apresurada puerta que palpita
con rostros en desorden. Es una red
de verdes, caravana de flores
cubiertas de distancia,
de horas que descienden
en muletas sin pasos,
de estatuas de ausencia
que ruedan en el polvo
de espejismos en huida.
Tu cuerpo, donde el licor de las arrugas,
es el tónico predilecto
de los ecos generosos de los años;
y duerme con el manto blanco
que llega con humilde solemnidad
desde la callada torre
de mosaicos en monólogo.

Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G.

Cuatro sonetos



CANTO DE LUCES


Como el agua del cielo como río
mojando suavemente nuestra cara,
la sonrisa del sol aunque secara,
es un canto de luces tuyo y mío.

Es un rayo de amor. En Él confío,
es paz, felicidad y entrega clara,
es LUZ de Dios tan regia que no para
de alumbrar nuestro ruego en verso pío.

Como pan y licor de eterna vida,
siento tu cuerpo y sangre en alma y venas,
correr como caricias y comida
espiritual que alivia tantas penas,
de angustia y soledad tan contenida.
Mi fe: Dios es amor y gracia plena.




LLUVIA DEL ALMA


Melodía del agua como fuente
brillando como luz sobre las llamas,
casi música, cantos casi dramas
en mar eterno signo del presente;

como mar de dolor mar remitente
de lágrimas en gotas hechas ramas
de cristal en espejos que aún amas
y recuerdos de fuego en su corriente;

como un hilo en silencio sin su gloria
en un tiempo feliz hoy tan ausente
mil flores de pasión ¡voz en penumbra!

sin jardines de vida en la memoria,
sin piel y alma con llanto irreverente,
aroma de esperanza que no alumbra.




¡ALEGRÍA!


Con los ojos en olas embrujadas
por miradas cubiertas del encanto
de la sonrisa azul ¡brillante manto!
derramado en mar, cielo, ¡luz de hadas!

¡Oh!, túnica gentil color y magia
en el alma con viento suave y fuego,
es música de ángeles en ruego,
alegría en fulgor que nos contagia.

Vestido que nos presta su belleza
al cuerpo con sus gritos de insistencias
colmando al corazón al mediodía.

¡Oh caricia!, deshoja la tristeza,
donde brillo y miradas son ausencias
y alegría, el amor, canto del día.




LA MÚSICA


Sonido de una música sentida,
música al corazón casi llorando.
Esperanza temblando, luz sangrando
de un viento suave, cálido de vida.

De sensación vibrante puñalada
en felicidad plena y escuchando
el lucero más grande va avanzando,
el rayo interior, alma de mirada.

Dame un poco del fresco mar cualquiera,
de tu brisa y dulcísima armonía
haz que el ritmo infinito toque y quiera

romper todo el silencio de ese día,
ábrenos esta hermosa y fiel espera
esperanza, luz, alma al mediodía.


Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS

Ricardo Serna Gutiérrez

Justo ahora




Justo ahora hablo
en el regreso de la noche
y las lenguas de los ojos confundidos
-los suspiros se anudan
con las tinieblas que fusilan
el descanso-,
¿qué frutos de atrapados labios
en el silencio viven en la red de sus serpientes?
Un dulce aroma que se entrega con los nombres
sin nombrarse;
un retrato en el curso del tiempo,
con el pecho en alto,
que desciende por el viento,
señal de gracia y calma;
los restos, que repiten la resurrección
de los olvidos,
con la brújula para espantar
las grúas que levantan las hamacas del sueño
hasta el cielo;
los que están navegando,
después de perder el rumbo
en el fondo del mar,
en vela y agonía,
raíces para poblar
otras memorias.

Duermen con sus huellas y escombros
sin voz.


Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS

Ricardo Serna Gutiérrez

En algún lugar



En algún lugar el suspiro,
el nombre,
los recuerdos dormidos
encuentran las ventanas abiertas
y la red del suplicio de los instantes
bailando con las noches del sueño,
tomando el vino del cuerpo en cenizas,
el silencio en restos de hojas
con palabras mezcladas con el otoño.
En algún lugar,
Las cicatrices
en luz de viaje-del tiempo
que pega el traje a la piel
y se inclinan en los rostros
que respiran las piedras,
las frutas lastimadas
en espera
del remolino final-,
limpia las veces que suma
los momentos
y resta los mismos ojos
del futuro.
Estarán con los labios
de la sabia de la soledad
que sube al cielo
de regreso.

Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G.

domingo, 23 de septiembre de 2007

Sé que es mejor




Sé que es mejor
dejar los recuerdos,
los gastados pensamientos,
hasta las lecciones castigadas
por los necios sueños
de palabras que han naufragado
en su significado,
en su silencio
de tanto sumergirse en el abanico
de nombres,
de vida, de muertes
de lo cotidiano;
sin poder transitar en el viaje
con la ira doblegada,
con un aroma
de rosas
bajando con gestos
de nobleza.

Dejar la senda de los secretos,
lavar las dudas
con la vocación de la lluvia,
con la voz,
con garganta limpia
en donde las sombras tengan
la huella extraviada de las fiebres;
arrojar los gusanos de las agonías
hacia los olvidos sin dones
midiendo las ramas débiles
sin frutos y rompiendo sus armas;
mitigar el corazón del poeta,
cerrar la herida
con oraciones que lloran la presencia
de la noche de piedra,
con el olor de las manos que acarician
el caballo devastador de esperanzas.

Sé: tengo la certeza teñida
de un nunca ahogado,
de un puerto imaginario
con grandes reinos,
nuevos,
labrados
de modestas pertenencias.
Dejaré el pasado.




Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G.

Te llamo



“Te llamo”


Te llamo con los ojos
a lo profundo del cielo.
Te llamo con tu nombre
en un llanto de nubes
desde la luz y golpe
frío de sus vientos.
A lo profundo de los días
te llamo como ave perdida
que cruza el verano
del horizonte.
Hacia un mundo ausente
de rostros
donde las palabras
regresan sin su sabor.
Con tu nombre
te llamo en medio de la noche
rodando el sueño vacío
con voz de boca besando
y cabellera consumiendo la sencillez.
Y en un llanto
te llamo como relámpago
en ruinas de bendición,
retirado y ciego,
sin poder lavar las huellas
que resuenan
en mi ocaso.


Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G.

Pensando


Estoy aquí pensando en los días.
en mí, en las naves del olvido,
en el disfrazado quebranto
que llora a solas
con brillo de noche ausente,
en el secreto que rompe silencios
al borde de la almohada;
no lejos,
desde la tristeza que abre dolor
en desnudos de palabras,
desde la pobreza, que grita
la mordedura de mil batallas,
desde adentro, de rabiosa
condena de ojos que no son míos
y despiertan respirando
los cuerpos del recuerdo en calma;
por lo que no fue, alguna vez, atado;
por la sangre, por el último día, que pasa;
por lo que sea, en el temblor de la voz.
Aquí donde nada me pertenece,
sólo el adiós anticipado,
mis cobijas que me visten de sueño
y me quitan el frío. Pensando.


Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
Ricardo Serna G.

Libre




“Libre”

Libre,
del miedo,
de las voces que detienen,
de la herencia
que limita los frutos,
de lo que nada contiene,
recoge
o debilita las armas
del alma
que desnuda
la llaga del camino
y convierte eternamente
la derrota en sueño superado,
en cuerpo supremo
con el diálogo del espíritu
madurando la entrega,
y, meciendo las noches
en el vaho de la red
del destino.... libre,
del suelo,
de la vid que propicia
la congoja
que mezcla la sangre con el vino,
los peces con la arena,
los ojos de suerte
con rutas bautizadas;
del árbol
clavado en los principios,
en los finales,
sin dormir en la hamaca
de la sonrisa de los años…libre,
del caudal de las fiebres,
con el océano
que nos nombra,
protegido de la diestra
y venciendo las bestias dormidas.




Copyright ©
DERECHOS DE AUTOR RESERVADOS
RICARDO SERNA G